miércoles, 12 de agosto de 2015

SEMANA 19: VIDA



Colombia será sede del mundial de 'scrabble' en español

El evento convocará a alrededor de 110 jugadores de 12 países. Contará con torneo para aficionados.

 
Aspecto del campeonato nacional de 'scrabble' celebrado en Bogotá hace dos semanas.
Foto: Abel Cárdenas /EL TIEMPO
Aspecto del campeonato nacional de 'scrabble' celebrado en Bogotá hace dos semanas.
El juego de formar palabras ha llevado a personas de todos los países a participar en campeonatos mundiales que premian a los mejores jugadores en diferentes idiomas y modalidades.
Por ejemplo, scrabble, uno de los juegos de palabras más reconocidos, generalmente se juega en un ambiente familiar. Pero su auge lo ha llevado a ser una competencia mundial en la que los aficionados al juego sacan a relucir sus mejores jugadas, o mejor dicho, sus mejores palabras.
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En Colombia existe la Asociación Scrabble Colombia conformada por cerca de 30 personas de diferentes ciudades del país, que cada martes se reúnen a practicar y a prepararse para el Torneo Mundial de Scrabble en Español.
Este año, su versión número 19 será del 18 al 24 de octubre en Cali, sede escogida por la Fise (Federación Internacional de Scrabble en Español).
Costanza Chacón, presidenta de la Asociación y jugadora, tuvo desde muy pequeña la influencia de los juegos de palabras y fue así que creó este gusto por el scrabble. “En mi familia jugábamos Boogle muy seguido y ese aprendizaje me llevó a buscar y conocer movimientos de ‘scrablistas’ en todo el mundo como el sitio web ReDeLetras.com”, afirma.
El scrabble fue creado en 1938 por el arquitecto Alfred Mosher Butts, quien se aburrió de las pocas opciones de jugadas que le ofrecía el ajedrez. Luego de 77 años de su creación, ahora se juega en 29 idiomas diferentes, incluso en braille.
Como todo juego, tiene sus reglas. El scrabble se rige por las palabras que están aprobadas por la Real Academia Española. Durante las partidas, pueden salir palabras tan sencillas o comunes como las usadas en este artículo, y algunas un poco más desconocidas y de poco uso, como ñampearse (volverse loco) u ox (palabra usada para espantar a las aves domésticas).
El juego también cuenta con dos modalidades. La clásica, en la que juegan dos personas, y la duplicada, que se juega con un computador. “Nuestra preparación para las partidas de scrabble consiste en hacer listas de palabras de todos los verbos y aprendérnoslas. También jugando aquí, en internet y estudiando el diccionario”, dice María Alejandra García Villamizar, subcampeona de scrabble en Colombia.
A través de los años, las competencias de scrabble han ido aumentando su nivel de dificultad y cada vez salen más opciones para ayudar a los jugadores, no solo con las palabras, sino también con la estrategia. “Durante mi temporada como jugador, el libro 'Trucos, astucias y estrategias para triunfar en el scrabble', de Patxi Navarro, me ha ayudado mucho en las competencias, asegura Julio Mejía, campeón de scrabble en Colombia.
Algunos ‘scrablistas’ con mucha experiencia en el juego tienen la capacidad de crear las palabras solo mirando las fichas que tienen en su atril y cuando el final de la partida se acerca pueden deducir qué letras tiene su contrincante. Incluso, hay casos como el del francés Serge Emig, que ha sido cuatro veces campeón europeo de scrabble en español, sin hablar el idioma, pero estudiando rigurosamente las palabras del diccionario.
“Creo que lo que nos motiva y nos gusta del scrabble es el alto nivel de competencia. Hay gente muy competitiva y esa competencia fuerte te genera mucha adrenalina. Es una competencia con uno mismo para ver en qué mejoras y una competencia con el otro por los puntos que puedas hacer. Es sentarse una hora a pensar, a ver dónde ubico las letras para que me sumen más y crear estrategias para obtener un gran puntaje”, dice Hilda Galindo, otra de las jugadoras de scrabble en el país.

SEMANA 19: TECNÓSFERA





La misión con la que Colombia se acercaría al espacio

Se trata del lanzamiento de un cohete aeroespacial construido por estudiantes de la U. Nacional.

“Nuestro objetivo principal en el grupo es divertirnos, conocer y aprender”. Con esa premisa, estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia están muy cerca de lanzar un cohete que pretende alcanzar una altura aproximada de entre 2,5 y 3 kilómetros (un avión comercial vuela entre 9 y 10 km de altura). Con ello buscan acercar al país al campo de la tecnología y al diseño de protocolos de una misión espacial.
El proyecto, bautizado Prometeo I, está a cargo de Gida-UN (Grupo de Investigación y Desarrollo Aeroespacial), conformado por unos 20 estudiantes de diferentes carreras como Ingeniería Mecánica, Diseño Industrial y Física, entre otras.
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El primer acercamiento de estos jóvenes al tema aeroespacial comenzó en el año 2011, cuando decidieron fabricar cohetes de agua para aprender sobre temas como estabilidad, aerodinámica, sistemas de recuperación y telemetría.
“Queremos socializar con las personas para que tomen conciencia de lo que ocurre con el campo aeroespacial. En el país son muchos los prejuicios y tenemos una mala idea de lo que es el espacio”, afirmó Óscar Iván Ojeda, coordinador del grupo.
Según Ojeda, Prometeo I puede significar un gran paso para Colombia en temas aeroespaciales, no solo por el desarrollo tecnológico y de los aspectos visibles, sino por el exhaustivo trabajo que requiere llevar a cabo un lanzamiento.
El resultado de varios años de trabajo fue un vehículo al que llamaron Simte II, en honor a la universidad, pues en lengua muisca significa búho, el animal representativo de la institución. (Es la segunda versión, ya que en la primera no se contempló su vuelo en una misión).

Infografía El Tiempo
El Simte II tiene dos objetivos: el primero, medir los alcances tecnológicos, es decir que tenga un motor de combustible sólido que permita alcanzar la altura deseada. Además, que integre un sistema de telemetría para obtener los datos del vuelo y un sistema de recuperación (paracaídas) para que el vehículo se salve una vez termine su trayecto.
“Si lo vemos en una perspectiva amplia, un cohete que alcance una altura de 3 km es una distancia muy corta, pero realmente el desarrollo tecnológico es fácilmente escalable a distancias entre 10 y 20 kilómetros”, aseguró Nelson Álvarez, jefe de estructura aerodinámica y propulsión.
Y el segundo objetivo es demostrar que la manufactura colombiana es de calidad aeroespacial. Por ejemplo, Gida-UN diseñó su propio vestuario para sus presentaciones y capacitaciones, así como también prendas especiales como overoles de color naranja para ubicar a los integrantes en espacios amplios.
Incluso, al momento de realizar pruebas con el cohete, cada integrante debe protegerse con guantes, gafas, máscaras de seguridad y cascos. Estos últimos son de diferente color según el cargo. Los jefes de emisión deben portar un casco rojo; los de seguridad, uno verde, y quienes se encarguen de realizar el registro fotográfico, uno azul. Los paracaídas del cohete también están diseñados por el Gida-UN.
Actualmente, el Simte II se encuentra en la última fase de diseño específico para comprobar que el vehículo funcione correctamente. El miércoles pasado se realizaron pruebas al motor del artefacto en el campo de la fábrica de explosivos Antonio Ricaurte Fexar, de Indumil, ubicada en Sibaté (Cundinamarca).
El lanzamiento oficial del cohete se llevará a cabo en un terreno especial ubicado en la base militar de Marandúa, en el departamento de Vichada. Sin embargo, la fecha exacta no se conoce, pues para llevar a cabo un procedimiento de este tipo es necesario cerrar el espacio aéreo. Hasta el momento, la inversión de la misión Prometeo I se calcula en 15 millones de pesos.

SEMANA 19: TECNÓSFERA

Aumentan casos de ciberdelitos contra menores en el país

Policía dice que padres están fallando en cuidado y en la atención de sus hijos.










El mayor esfuerzo que tradicionalmente se ha hecho en temas de ciberdelincuencia contra menores está enfocado en la lucha contra la pornografía infantil en la web.

Los papás de Colombia se están rajando en materia de cibercuidados con sus hijos. O por lo menos así lo sugieren las estadísticas sobre el crimen digital contra menores. De acuerdo con datos del Centro Cibernético de la Policía Nacional, de seis modalidades que se monitorean, cuatro presentan cifras de crecimiento en lo que va del 2015 frente al año anterior. En el mejor de los casos, se mantienen en los mismos niveles de ocurrencia.
“Están disparados los robos de identidad digital (cuando le roban el perfil de Facebook, o una cuenta de correo, etc.), las amenazas, injurias y el 'grooming', en donde acosadores se hacen pasar por un niño o niña para engañar a menores de edad, a quienes luego invitan a intercambiar fotografías eróticas con las que después los extorsionan”, explica el coronel Freddy Bautista, director del Centro Cibernético de la Policía Nacional.
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Según el coronel Bautista, el aumento en las cifras de los últimos seis meses en Colombia estaría relacionado con un mayor esfuerzo que entidades educativas han asumido frente a la detección y denuncia. “Hemos realizado varias jornadas de capacitación y sensibilización en colegios con la idea de que en el ambiente escolar aprendan a determinar, discutir y denunciar”, señala.
En los próximos días la entidad que dirige Bautista se apresta a dar un golpe local contra un abusador. También trabaja de la mano con Europol y Ameripol en una operación internacional contra bandas que intercambian estos contenidos eróticos con menores.
‘Falta educación’
Para expertos como Carolina Piñeros, de Redpapaz, organización que trabaja en la construcción de pautas de prevención contra riesgos para menores de edad, “existe un desbalance en la manera como los padres estamos asumiendo el rol de guía para con nuestros hijos en temas digitales y de uso responsable de la tecnología”.
Ella considera que “los padres han olvidado que hay que educar para la autonomía. Así como enseñaron a caminar a sus hijos, deben acompañarlos y apoyarlos en su iniciación como usuarios de la tecnología y las redes sociales, para que puedan luego ‘caminar’ solos”.
En el mismo sentido opina el coronel Bautista: “El desconocimiento y a veces inocencia de los menores de edad en el uso y detección de peligros en línea hace que terminen como víctimas en los casos delictivos en internet”.
Esto es una demostración de que algo falla en el entorno familiar a la hora de estar pendientes, atentos, junto a los niños en internet.
Una de las preocupaciones de autoridades y expertos es que el mayor esfuerzo que tradicionalmente se ha hecho en temas de ciberdelincuencia contra menores está enfocado en la lucha contra la pornografía infantil en la web. En ese campo, Colombia ha logrado avances importantes, con redes de apoyo y de denuncia, públicas y privadas, que hacen que el 70 por ciento de las denuncias de la ciudadanía sean por este tipo de casos.
Sin embargo, en las otras modalidades, sobre todo las más nuevas y relacionadas con la explosión en el uso de móviles, no existe el mismo nivel de empeño articulado entre autoridades y sector educativo. Tampoco la misma altura tecnológica para detectar de manera temprana los casos. Siempre se ejecuta un proceso reactivo, cuando se descubren los hechos.
Los padres descubren las situaciones ya cuando ocurrieron.Desconocen totalmente lo que hacen sus hijos con distintas aplicaciones y contenidos que consumen sin vigilancia desde celulares y tabletas”, explica el coronel Bautista.
Un estudio de la Universidad de La Sabana de este año reveló que en Colombia la edad de ingreso a redes sociales y el uso intensivo de internet comienza a los 9 años.
Para Carolina Piñeros, una característica común en los casos delictivos en línea con menores es que “se evidencia un desconocimiento por parte de los padres sobre el comportamiento de sus hijos en estos entornos digitales. Suponen que conocen muy bien a sus hijos, pero en realidad su comportamiento en redes sociales, en especial en menores de edad que no se acompañan y rodean por parte de sus padres, se torna muy distinto”.
Alertas tempranas desde las redes
Las plataformas sociales como Facebook, Twitter o Google cuentan con tecnologías poderosas que analizan en detalle los datos de sus usuarios: tipo de contenido que consume, palabras clave que busca, tiempos de uso, dispositivos, frecuencias, comportamientos, gustos, etc. Esos datos son usados para que empresas de mercadeo digital puedan perfilar mejor el envío de sus mensajes. Pero ¿podría usarse esa misma tecnología para, por ejemplo, detectar de manera proactiva y temprana grupos, páginas o contenidos que invitan a menores a actividades como el suicidio, el consumo de drogas y alcohol, el abuso sexual, entre muchos otros?
“Es absolutamente posible. Lo que falta es ajustar esos algoritmos (motores matemáticos que analizan los datos) para que perfilen, por ejemplo, patrones que alerten sobre estados de ánimo”, explica Alberto Pardo, experto en mercadeo digital.
Cada vez que ocurre un hecho trágico relacionado con menores, las autoridades encuentran que en sus ambientes digitales existieron pautas de comportamiento (amenazas, expresiones de odio, etc.) que pudieron servir para prevenir. Los servicios digitales dicen que sí existen herramientas de prevención y seguridad. Facebook cuenta con el ‘Centro de seguridad familiar’, en donde explica a padres, profesores, niños y autoridades cómo luchar contra riesgos o actividades ilegales.
“Google desarrolló una herramienta que bloquea búsquedas sobre pornografía infantil y advierte al usuario sobre el delito en Colombia”, señala Viviana Quintero, de Redpapaz. Twitter también ofrece un portal informativo que explica las herramientas de reporte y denuncia de contenidos nocivos (safety.twitter.com), al igual que Google (google.com/safetycenter), en donde padres de familia pueden ver cómo hacer seguras para los niños las búsquedas, la navegación en YouTube y la descarga de aplicaciones y juegos en Android.