martes, 22 de marzo de 2016

ADVERTENCIA: CAMBIO DE BLOG...


Debido a los inconvenientes presentados en este blog, se habilitó el siguiente blog: http://lalecturamueve7.blogspot.com.co/ para realizar los comentarios de la SEMANA 7 y los demás de aquí en adelante.

Nota: el presente blog "LA LECTURA MUEVE SEPTIMO" sera inhabilitado el día viernes 1 de abril de 2016.

lunes, 14 de marzo de 2016

SEMANA 7:NACIÓN 2


Se frena discusión sobre cese definitivo del fuego: FARC

A contados días de que se venza el plazo fijado por las partes, se acentúan las diferencias entre el Gobierno y las FARC en el punto del fin del conflicto. 

Proceso de paz: discusión sobre cese al fuego se frenó dicen las FARC

Las FARC dijeron este lunes que la discusión con el Gobierno sobre un cese del fuego bilateral y definitivo, paso previo a la firma de la paz, se "frenó un poco" y culpó a su contraparte del nuevo traspié en las negociaciones.

"La mesa no está paralizada, pero se frenó un poco la discusión que tenemos (...) sobre el cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo", admitió Carlos Lozada, negociador de paz de las FARC en La Habana.

El jefe rebelde, que evitó hablar de crisis en las negociaciones, señaló que las nuevas desavenencias surgieron por la supuesta intención del Gobierno de imponer una "rendición incondicional" de la guerrilla a través de un acuerdo de cese del fuego bilateral.

"Lo que se quiere es (...) intimar una rendición incondicional por parte de la insurgencia y de eso no se trata. Se trata de un proceso de paz y no de una desmovilización de una guerrilla", comentó Lozada.

El equipo de paz del Gobierno no se pronunció de inmediato sobre estas declaraciones.

Comprometidas desde el 2012 en una compleja negociación que busca acabar con medio siglo de conflicto armado, las partes desistieron la semana pasada de firmar un acuerdo definitivo de paz el 23 de marzo, como se habían comprometido, a la luz de las diferencias que han surgido en la recta final.
Las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos ya se pusieron de acuerdo en cuatro de los puntos previstos: problema rural, cultivos ilegales, reparación de víctimas y participación en política de las FARC.

Sin embargo, restan por cerrar el cese definitivo del enfrentamiento (que incluye la dejación de armas) y el mecanismo para refrendar los pactos, en los que persisten serias diferencias.

Sobre el primer punto, las FARC y el Gobierno intentan acordar las zonas en Colombia donde se concentrarían las tropas guerrilleras durante el proceso de desarme bajo la verificación de Naciones Unidas.

Lozada indicó que tras "haber avanzado significativamente" en la discusión de este punto, la delegación del Gobierno presentó un documento que "prácticamente reversaba lo que se había logrado avanzar en los últimos meses en ese tema del cese al fuego".

"Frente a la discusión estamos buscando fórmulas que permitan que se salve lo que habíamos logrado avanzar para poder continuar adelante, de lo contrario, sería muy difícil porque se pierde la credibilidad de lo que se va construyendo", advirtió

SEMANA 7:NACIÓN

 Colombia y Nicaragua vuelven a La Haya

Mientras Nicaragua, beneficiada con la delimitación que hizo la Corte Internacional en 2012, busca revisar ese fallo, Colombia argumenta que es cosa juzgada para que no cambie. ¿Qué está en juego?

Colombia volverá esta semana a un estrado judicial que se ha vuelto familiar: la Corte Internacional de Justicia, organismo que estudia dos demandas de Nicaragua contra el país. En esta ocasión, ocupará el asiento de la delegación colombiana el nuevo agente del caso, Carlos Gustavo Arrieta. La canciller María Ángela Holguín y el otro asesor del gobierno, Manuel José Cepeda, esperarán el fallo en Bogotá, acompañando al presidente Juan Manuel Santos. También estarán a la expectativa el grupo de juristas extranjeros contratado por la Cancillería y el home team que ha apoyado el trabajo desde esa entidad.

Se trata de un proceso sobre la forma y no sobre el fondo. Ante las dos demandas interpuestas por Nicaragua, Colombia le pidió a la corte que, en vez de estudiarlas, acepte que no es competente para fallar sobre las dos materias. Aunque, en principio, este jueves no se definirá nada –porque todo depende de la providencia definitiva– lo que digan los magistrados, y los argumentos con que respalden su decisión –es decir, si estudiarán, o no, los temas de fondo– darían indicios claros sobre su intención. Por eso, la sesión de este jueves en La Haya, aunque no tendrá una última palabra, es crucial para la definición de los derechos marítimos que tiene Colombia alrededor y en las vecindades del archipiélago de San Andrés y Providencia, en el mar Caribe.

El origen del proceso es toda una paradoja. La corte de La Haya (CIJ) falló en noviembre de 2012 una primera demanda de Nicaragua, y fijó una delimitación de las jurisdicciones marítimas de los dos países en el mar Caribe que dejó insatisfechas a las dos partes. La línea trazada es más favorable a Nicaragua en cuanto se extiende al oriente del meridiano 82, que Colombia consideró siempre la frontera marítima entre los dos países. Pero rechazó la pretensión nicaragüense de aceptar una plataforma continental extendida (derechos sobre el subsuelo, dependientes de la formación geográfica de las costas) que llegaría hasta un punto medio entre el archipiélago de San Andrés y la costa Caribe colombiana.

En una decisión anterior, en 2007, la corte había aceptado el argumento colombiano de que no tenía competencia para declarar la nulidad –pretendida por Nicaragua– del tratado de 1928 suscrito por los dos países. Según este, los territorios de Nicaragua y de Colombia se distribuyen, en términos de soberanía, con referencia al meridiano 82: todas las islas, islotes y costas situadas al este son de Colombia y los que están en el lado oeste son de Nicaragua. La corte ratificó en 2007 a favor de Colombia la soberanía del archipiélago y la vigencia del tratado, pero en esa misma decisión dijo que el meridiano 82 no delimitaba los derechos sobre el mar. Una cosa es de quién son los territorios (archipiélago, islas, islotes, cayos y demás) y otra, muy distinta, hasta donde se extienden los mares territoriales que generan esas costas. La corte estableció después, en 2012, la línea que define los límites entre los derechos marítimos de Colombia y Nicaragua.

Pero los dos países, a su manera, se molestaron con este fallo. Colombia, en medio de críticas a la corte –que el gobierno llegó a calificar de “enemiga”– se retiró del Pacto de Bogotá que la obligaba a aceptar la jurisdicción de la CIJ, y dijo que la delimitación trazada en noviembre de 2012 es inaplicable y que, según la Carta Política, los límites solo pueden modificarse mediante tratados internacionales. El gobierno del presidente Santos elevó una consulta a la Corte Constitucional, que avaló esa tesis, y promulgó un decreto que fija las líneas de las costas del archipiélago de San Andrés y Providencia que deben tomarse como referencia para determinar las fronteras.

Nicaragua, el país que con más frecuencia acude a la Corte Internacional de Justicia, interpuso dos nuevas demandas contra Colombia. Una, para denunciar que esta no ha cumplido el fallo de noviembre de 2012. Y la otra, para insistir en que ese organismo se pronuncie sobre la plataforma continental extendida que llega hasta el propio centro del Caribe.
La posición de Colombia, sometida a veredicto este jueves, es que la corte no puede estudiar los dos casos. El del incumplimiento del fallo de 2012, porque Nicaragua no ha atendido llamados para acordar un tratado que defina los límites, que es lo que establece la Constitución de1991. Y el de la plataforma extendida, porque la propia corte de La Haya ya se pronunció contra Nicaragua en 2012. Es cosa juzgada: la corte ya dio su última palabra. Existen otros argumentos, en la parte colombiana, como el hecho de que el país se retiró de la jurisdicción de la CIJ.

Pero Nicaragua, en la otra esquina, dice que el fallo de 2012 en materia de delimitación marítima es definitivo y no puede depender de decisiones internas ni de fallos de organismos nacionales –como la Corte Constitucional– que no pueden estar por encima del derecho internacional. Aunque Colombia se retiró del Pacto de Bogotá, este mismo establece que un país miembro conserva un año de aceptación de la competencia después de su retiro, y Managua tuvo el cuidado de hacer estas demandas antes de que se cumpliera ese periodo.

En el otro caso, el de la plataforma continental expandida, los abogados del gobierno de Daniel Ortega dicen que cuando la corte negó la demanda nica en 2012, lo hizo de acuerdo con la información disponible en el momento sobre la estructura geográfica de las costas, pero que aún hay estudios técnicos por hacer. Según la Convención del Mar –que obliga a Nicaragua pero no a Colombia– tales investigaciones le corresponden a la Comisión de Límites de la ONU, que podría tardar años más –cerca de una década– en pronunciarse.

Lo que está en juego, en síntesis, es un punto de forma que, sin embargo, tiene implicaciones jurídicas en el mediano plazo, y políticas inmediatas. Aunque la corte unificó los procesos de las dos demandas, en teoría podría fallarlas de manera distinta. Es decir, determinar que sí es competente para estudiar el alegato nicaragüense sobre el incumplimiento de Colombia del fallo de 2012 y reiterar que ya desechó el análisis de la demanda sobre la plataforma extendida. O al contrario: no estudia el desacato y sí la plataforma. O rechaza ambas, o las acepta. Incluso podría optar por alternativas intermedias. Habrá que estudiar la minucia del texto que se dará a conocer este jueves.
Desde el punto de vista político también hay valiosas cartas en juego. En un ambiente polarizado como el que hay en Colombia, el gobierno pagaría un costo si, en el caso de que el fallo sea adverso al país, mantiene la tradición de respetar las decisiones de los organismos de derecho internacional. En el otro sentido podría desconocer el fallo –con posibles aplausos en el campo doméstico- pero debilitaría su credibilidad y su posición ante la comunidad internacional y, especialmente, en el sistema de la ONU, justo cuando le está pidiendo a su organismo de máximo nivel –el Consejo de Seguridad- que verifique el cumplimiento de los eventuales acuerdos de cese al fuego y fin de las hostilidades con las Farc.

El panorama político es difícil, incluso, si las decisiones son favorables. Es decir, si la corte acepta el argumento colombiano de que no tiene competencia para estudiar las demandas nicaragüenses sobre dos puntos. Aun en este escenario nada se modificaría en relación con los límites marítimos entre Nicaragua y Colombia, trazados por la CIJ en noviembre de 2012, que la opinión nacional considera un despojo arbitrario.

El tema es tan complejo, técnico y politizado, que Nicaragua está buscando una especie de apelación del fallo de noviembre de 2012, que le fue favorable comparado con la posición tradicional colombiana. Mientras tanto, la diplomacia de San Carlos lo defiende –y aspira a que se considere cosa juzgada– porque es una mejor alternativa frente a las ambiciones desatadas por Nicaragua después de noviembre de 2012. Toda una paradoja.

SEMANA 7:LIDERAZGO 4


lunes, 7 de marzo de 2016

SEMANA 6:LIDERAZGO 3


SEMANA 6: CONCIENCIA

¿CUESTION DE HAMBRE  O DE ACTITUD?

  


SEMANA 6: MUNICIPAL

Capturan nuevamente al alcalde de Yopal, Jhon Calzones

En octubre de 2015 había sido arrestado por los delitos de urbanización ilegal. Salió libre a finales de ese mismo año, se posesionó como alcalde pero este domingo fue recapturado por el delito de lavado de activos. 
El polémico alcalde de Yopal, Jhon Jairo Torres Torres, más conocido como “Jhon Calzones”, fue recapturado por el delito de lavado de activos. La Fiscalía y al Dijin lo arrestaron nuevamente por un supuesto lavado de activos, luego de que revisaran un sus estados financiero desde 2012 y descubrieran que al parecer obtuvo un incremento de su patrimonio injustificado en $50.000 millones. Además, en las últimas semanas denunciaron que el alcalde de Yopal habría sobornado funcionarios judiciales para salir de prisión. Dora Emilse López Vega, esposa de "Jhon Calzones" también fue capturada este domingo.

“Jhon Calzones” había sido capturado en octubre de 2015 días antes de las elecciones, luego de que la Fiscalía evidenciara que la ciudadela “La Bendición” era una construcción ilegal, pues estaba asentada en un terreno que había sido embargado el 11 de junio de 2014 porque supuestamente había pertenecido a testaferros de Daniel Barrera, alias el “Loco Barrera”. El nuevo proceso contra Jhon Torres se da porque al parecer utilizó la sociedad constructora Ciudadela La Bendición S.A.S., manejada por la hermana de Torres, Genny Milady Torres, como fachada para impulsar un proyecto de viviendas de interés social y darle apariencia de legalidad a dineros ilícitos.

Por eso la Fiscalía abrió el segundo proceso por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos. La génesis de todos los líos de “Jhon Calzones” surgen de la Ciudadela La Bendición, un proyecto de vivienda que nunca contó con los permisos de las autoridades locales y que, al parecer, utilizó Torres como maquinaria para llegar a la Alcaldía de Yopal. Las primeras acciones que tomó la Fiscalía contra Torres fue en mayo de 2015, cuando le embargó 10 bienes por, al parecer, estar involucrado en un proceso de lavado de activos.

La historia de estas tierras ubicadas al sur de Yopal donde fue construida la ciudadela la Bendición está vinculada a la del narcotraficante Germán Sánchez Rey, alias “Coletas”, capturado en 2010 y extraditado a España en 2011. Tras el arresto de “Coletas”, quien tenía nexos con el capo “Loco Barrera”, la Dirección de Extinción de Dominio de la Fiscalía abrió un proceso para arrebatarle sus propiedades. En esas pesquisas encontraron los nombres de los hermanos Néstor Leonardo y Jairo Enrique Pérez Barreto, quienes fueron señalados de ser testaferros de “Coletas”. El primero de ellos fue el que compró en 2010 los terrenos donde hoy está La Bendición, que posteriormente pasaron a manos de Jhon Torres.

Fue un negocio que, según las autoridades, se realizó con dineros de “Coletas”, ya que descubrieron que Néstor Pérez no tenía capacidad económica para concretar la compra, que tuvo un costo de $900 millones. Además se demostró que el avalúo real de la propiedad para la época era de más de $2.700 millones. Finalmente, en octubre de 2011 Néstor lo transfirió a su hermano, Javier Barreto, quien terminó figurando como propietario cuando la Fiscalía los embargó en junio 2014.

Sin embargo, en un fallo que generó bastante polémica en el ente investigador, la fiscal María Cristina Lizcano revocó las medidas cautelares sobre los bienes, permitiendo que se realizara una serie de traspasos que a la postre terminó por darle vida a la Ciudadela La Bendición. La situación se resolvió el pasado 24 de marzo, cuando un fiscal de segunda instancia tumbó la decisión de Lizcano. Es más, en una denuncia que reposa en los despachos del búnker de la Fiscalía se habla de un pago de $200 millones que buscaba que Torres pudiera tomar control de los predios cuestionados.

Según los investigadores, los terrenos finalmente terminaron en manos de Torres de la siguiente forma: “Teniendo en cuenta que los citados bienes estaban a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), no tiene justificación jurídica, ni probatoria, sabiendo del pronunciamiento y la orden dada por la Fiscalía, (Jairo Enrique Pérez) se asocia con el señor Jhon Jairo Torres, para despojar al depositario designado por la SAE. Torres resuelve parcelar los lotes y de manera ilegal procede a realizar un proyecto de construcción de interés social denominado Ciudadela La Bendición, sin licencia de construcción ni ambiental, a sabiendas de que estos no eran de su propiedad y que se encontraban inmersos en investigación de extinción. En razón, se cuenta con elementos probatorios que los recursos obtenidos para la adquisición de los mismos al parecer provienen de origen espurio”.

Torres al parecer había logrado su objetivo: ser alcalde de Yopal para legalizar la ciudadela La bendición. Sin embargo, este proceso al parecer fue turbio, pues sus propósitos los habría logrado con dineros ilícitos. A pesar de que ganó las elecciones desde la cárcel, pudo posesionarse ya que a finales de 2015 recobró su libertad. John Torres, un hombre que se ganó su apodo de “Calzones” por su negocio de más de 17 llamado Caricias Íntimas, deberá administrar la capital de Casanare desde prisión y responder ante las autoridades por un supuesto enriquecimiento ilícito y lavado de activos, pues se considera que su jugosa fortuna no pudo ser el resultado de un negocio de venta de ropa interior femenina.