lunes, 20 de abril de 2015

11VA S. EDUCACIÓN



22 de abril: Día histórico para la educación pública


jornadaEl 22 de abril se visualiza como un día histórico para la lucha por la educación pública. Los maestros y maestras saldrán a la calles por la reivindicación de la profesión.

“Hoy les decimos que la Federación toma la decisión de colocar como hora cero el día 22 de abril donde iniciaremos un paro de carácter nacional indefinido. Pero conminamos al presidente de la República, al Ministro del Trabajo, al Ministro de Hacienda y a la Ministra de Educación para que busquen salidas prontas ciertas, creíbles y justas a nuestras peticiones”.
Con estas palabras el Presidente de Fecode, respaldado por el Comité Ejecutivo, la ADE, otros sindicatos, la ADE y la CUT, lanzó la hora cero del Paro Nacional del Magisterio si el gobierno no da solución a las peticiones presentadas por Fecode el 26 de febrero.
Tras 44 días de reuniones, solo se ha escuchado una propuesta de nivelación salarial del 10%, no se ha modificado el Plan Nacional de Desarrollo en lo referente a la atención a la primera infancia para cumplir el preescolar de tres a grados, ni se solucionan los ascensos del 1278, los estímulos para el 2277, la salud para el magisterio y sus familias ni la jornada única con todas sus condiciones.
Por esa razón, Fecode realizó un plantón el lunes a las 7:00 de la mañana frente al Palacio de Nariño, para exigirle al presidente que asuma la negociación y no dilaten más el proceso. Los maestros se preparan para tomarse las calles como aulas para luchar por una educación pública con todos los elementos y una profesión docente valorada y bien pagada.
En las asambleas informativas se evidencia un positivismo y una confianza en lo que se puede lograr con la movilización. La concientización de la importancia de la lucha para alcanzar los puntos contenidos en el pliego.
Por su parte, el reporte de los estatales destaca que en las negociaciones el gobierno no refleja la construcción de un país mejor, mientras habla de paz.
“Consideramos que la negociación colectiva con el gobierno se encuentra en un momento crítico porque ya llevamos varias sesiones en las cuales hemos abordado el tema de las plantas de personal, carrera administrativa, el tema económico y salarial, y el plan nacional de desarrollo. Encontramos que no hay una respuesta a las exigencias de las centrales obreras y las federaciones estatales”, comentó Alberto Vanegas, directivo de la CUT.
El viceministro del Trabajo, Enrique Borda, le ha dicho a las centrales y federaciones que la definición de lo presupuestal y lo salarial la hace el Ministerio de Hacienda. Así se ha transcurrido todo, pasándose la responsabilidad de una dependencia a la otra, sin que nadie dé respuestas concretas.
“Por eso, el sector estatal, las centrales obreras, de salud, de la educación, la Federación de Trabajadores de la Educación, hemos definido que vamos a elevar una carta de protesta al gobierno de Santos; que vamos a desarrollar una jornada nacional estatal el jueves 16 de abril como preparación a un paro nacional estatal, en la medida en que no hay soluciones”, continuó Vanegas.
Ese paro estatal se equipararía con el de Fecode, el 22 de abril. Así que se avecina un conflicto laboral enorme.

11VA S. POLÍTICA

El ataque que indignó al país y su impacto en los diálogos de paz

De la Calle llevó a La Habana el mensaje de que tiene que haber plazos para terminar el proceso.


La muerte de los 10 militares en Cauca, esta semana, a manos de las Farc, tendrá consecuencias políticas y jurídicas inevitables en el proceso de paz de La Habana.
La “masacre” en la vereda La Esperanza del municipio de Buenos Aires (Cauca), contra un grupo de soldados que dormía a las 11:30 de la noche, puso la indignación de los colombianos y del propio Gobierno en un punto muy alto.

Luego de asistir a los funerales de uno de los uniformados caídos, Santos exclamó: “Me uno a todas esas voces que hoy desde distintos rincones de la patria están diciendo: ¡No más Farc, no más violencia!”.
Pero esta vez la reacción del presidente Santos contra un hecho tan doloroso no se quedará en palabras. Habrá acciones. (Lea: 'Sin apoyo aéreo no somos nada en tierra': soldado sobreviviente)
Lo inmediato será poner límite en el tiempo a las negociaciones entre el Gobierno y las Farc, que hoy cumplen 2 años y 5 meses. EL TIEMPO pudo establecer que ya se comenzaron a hacer exploraciones sobre los mecanismos más idóneos para ese propósito.
La idea ahora es que los puntos que quedan de la agenda (terminar el capítulo de las víctimas y el del fin del conflicto) solo tome “meses”. (Vea: Ya se reiniciaron los bombardeos a las Farc, confirma Mindefensa)
Desde la primera vez que hizo pública su decisión de iniciar negociaciones con esa guerrilla, en septiembre del 2012, Santos ya intuía la necesidad de poner plazos para obtener resultados, pero no fue categórico. “Las conversaciones no tendrán un tiempo limitado, se medirán en meses y no en años”, dijo aquella vez.
Poco después, en diciembre del mismo año, cuando ya los plenipotenciarios estaban sentados a la mesa, durante una conferencia en Cartagena el mandatario reiteró: “No puede ser un proceso de años, esto debe durar no más allá de noviembre del año entrante (2013)”.
Como queda claro, tras recordar estas citas, Santos no quería que el proceso se prolongara. Pero la dinámica en la tierra de los Castro fue imponiendo en el día a día sus propios tiempos y luego de casi dos años y medio de discusiones –se ha llegado al ciclo 35– hoy no hay una idea clara de hasta cuándo pueda ir la búsqueda del fin del conflicto.
Factores como los resultados parciales sobre la agenda, el apoyo de la comunidad internacional, una disminución en las cifras sobre acciones militares de las Farc y el compromiso incondicional del Presidente con la búsqueda de la paz, lograron que se hiciera caso omiso sobre la preocupación inicial de los plazos. (Lea: 'La paciencia se nos agota, hay que ponerle plazos al proceso de paz')
Aunque Santos reitera sin fatigarse que fue “elegido para hacer la paz” y que se mantendrá en ese propósito, también dijo recientemente: “Si al final me toca correrme, me corro, así de sencillo”, y añadió que lo haría “con la conciencia tranquila”.
Por ahora el Presidente y su equipo inmediato de gobierno comenzaron a hablar en firme de la necesidad de los plazos. Irán en esa dirección.
Primero fue el jueves, cuando el vicepresidente Germán Vargas Lleras, poco partidario de las conversaciones en La Habana, advirtió que “ya va llegando la hora y yo creo que el país así lo quiere, que las negociaciones se materialicen y se concreten”.
Algunos creyeron que el Vicepresidente había salido a hacerle críticas veladas al Presidente, a hablar a título personal en un momento difícil, pero lo que no sabían es que ese es un sentimiento que hoy ya recoge todo el Gobierno.
Vargas, conocido por su dureza y su escepticismo sobre los diálogos con los insurgentes, capitalizó para el Gobierno parte de esa reacción contra la guerrilla.
El viernes en la tarde el propio mandatario tuvo que hacer eco de la indignación por el desafuero y notificó a los guerrilleros de La Habana que hay que ponerle linderos al tiempo de las negociaciones.
Señores de las Farc, llegó la hora de acabar la guerra, hay que ponerle plazos a este proceso”, dijo el Jefe del Estado en Palacio.
El mismo viernes en la noche, Santos dio instrucciones al jefe de las negociaciones del Gobierno, Humberto de la Calle Lombana, para que viajara ayer a primera hora a La Habana a transmitirles su mensaje a los líderes de las Farc. Esa es la misión que De la Calle cumple hoy en la isla.
El enviado especial del presidente estadounidense Barack Obama, Bernie Aronson, criticó la acción de las Farc y tras advertir que actos como este “ponen en riesgo el proceso” aconsejó a la guerrilla “acelerar las negociaciones”.
Partidos listos
Como en cualquier caso habrá consecuencias jurídicas y políticas, los partidos le han expresado al presidente Santos su disposición a colaborar en la construcción de los mecanismos a que haya lugar.
Los plazos son para las Farc y también para el presidente Santos, para que el pueblo colombiano sepa que no hay plazos eternos y que hay que parar la guerra cuanto antes”, dijo el presidente del partido de ‘la U’, Roy Barreras.
Creo que las Farc perdieron confianza y por ende el mismo proceso. Le puedo asegurar que todos los partidos de la coalición están listos a respaldar al presidente Santos en las decisiones que tenga que tomar para poner plazos a las negociaciones”, dijo el senador Armando Benedetti.
Luis Fernando Velasco, del Partido Liberal, dijo que para que el proceso tenga credibilidad debe haber una correspondencia entre las cosas que se acuerdan en La Habana y lo que ocurre en Colombia. “Lo único que eventualmente puede darle un segundo aire a las negociaciones es que los colombianos sepamos a ciencia cierta cuándo habrá noticia sobre la firma del fin del conflicto, o si eso no va a ocurrir”, aseguró Velasco.