martes, 14 de abril de 2015

10MA S. CIENCIAS SOCIALES YC OMPETENCIA CIUDADANA

Ramas del poder público


El poder ejecutivo

Representado por el Presidente de la República, que hace las veces de Jefe de Estado y Jefe de Gobierno. También está integrado por los ministros, los directores de los departamentos administrativos y los superintendentes, que tienen la función primordial de garantizar el cumplimiento de los derechos y deberes de todos los colombianos. En el nivel regional está representado por gobernadores y alcaldes.Ir arriba ↑

El poder legislativo 

Representado por el Congreso de la República (Senado y Cámara de Representantes). Entre sus funciones más importantes están: promulgar y modificar las leyes, reformar la Constitución, ejercer control político sobre las acciones del Gobierno y elegir a altos funcionarios pertenecientes a la rama judicial, los organismos de control y la Organización Electoral.Ir arriba ↑

El poder judicial

Es el encargado de administrar justicia en nuestro país, así en algunos casos esta función es ejercida por las otras ramas del poder o por los particulares. La rama judicial vela por el cumplimiento de la ley y castiga a sus infractores. Según la Constitución, el poder judicial está conformado por la Fiscalía General de la Nación y por otros cuatro organismos, conocidos en conjunto como las Altas Cortes: la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado y el Consejo Superior de la Judicatura.
Cada uno de estos poderes cuenta con funciones específicas y autónomas. Sin embargo, éstos deben trabajar de manera armónica y coordinada para garantizar el buen funcionamiento del Estado y la preservación del equilibrio de fuerzas. Esto en cuanto no es deseable que las ramas del poder público se extralimiten, se subordinen o generen vínculos de dependencia entre sí.

Organismos de control

Están compuestos por la Contraloría General de la República y el Ministerio Público, conformado a su vez por la Procuraduría General de la Nación y la Defensoría del Pueblo.
La Contraloría vigila la gestión de los recursos de la administración y de los particulares o entidades que manejan fondos o bienes de la Nación. Es una entidad técnica y tiene autonomía administrativa y de presupuesto.
La Procuraduría formula las políticas generales en materia de control disciplinario de los funcionarios y demás personas que prestan servicios al Estado. Su vigilancia es con fines preventivos. Actúa ante las autoridades administrativas y judiciales y promociona y defiende los derechos humanos.
La Defensoría del Pueblo ejerce funciones bajo la dirección del Procurador General de la Nación. Su función es velar por la promoción, el ejercicio y la divulgación de los derechos humanos.
La Constitución de 1991 dotó de importancia a estos órganos, confiriéndoles autonomía e independencia frente a las tres ramas del poder público. Como su nombre lo indica, los organismos de control velan por que los recursos públicos se gasten en beneficio de la comunidad y no vayan a parar al bolsillo de unos pocos. Del mismo modo, estas entidades vigilan la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos.

Organización electoral

Está compuesta por el Consejo Nacional Electoral, que está a cargo de dar posesión a su cargo al Registrador Nacional del Estado Civil, conocer los recursos interpuestos al resultado de una elección, supervisar el cumplimiento de las normas sobre partidos políticos y elecciones y efectuar el escrutinio de toda la votación nacional, entre otras funciones.
La Registraduría Nacional del Estado Civil tiene a su cargo la organización de las elecciones, su dirección y vigilancia, así como lo relativo a la identidad de las personas. El Registrador Nacional del Estado Civil es nombrado por las Altas Cortes, a través de un concurso de méritos.
Del mismo modo, la Constitución de 1991, en su interés por fortalecer la democracia y la participación, hizo que la Organización Electoral, encargada de posibilitar la expresión ciudadana a través de los procesos de elección popular, también contara con independencia frente a las ramas del poder público.

"Congreso Visible busca ofrecer seguimiento e información oportuna y analizada acerca de las actividades legislativas, que le permiten al ciudadano estar al tanto de la normatividad y por ende mejorar la toma de decisiones. Además cuenta con un respaldo académico y una imparcialidad política que garantiza la calidad de sus servicios".

10MA S. EDUCACIÓN FINANCIERA




10MA S. EDUCACIÓN FINANCIERA





domingo, 12 de abril de 2015

10MA S. MUNDO

Estados Unidos y Cuba dejan atrás medio siglo de hostilidades

"Era el momento de intentar algo nuevo", le dijo presidente de EE. UU a su homólogo de la isla.


En Panamá se hizo historia. El diálogo franco entre los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, tras casi 60 años de hostilidades, no solo por lo que se dijeron, sino también por el tono usado, rompe en dos el relato de lo que han sido las relaciones entre los dos países, marca de la mejor manera una nueva era de reconciliación y sepulta, al menos en la región, los rezagos de la Guerra Fría.
Primero fue un saludo casual antes de la instalación de la cumbre en la noche del viernes. Luego fueron los respectivos discursos en el plenario de la VII Cumbre de las Américas, y después fue un esperado encuentro cara a cara –el primero en casi 60 años–, en el que los mandatarios reiteraron los buenos propósitos en esta nueva etapa en un cruce de elogios y expresiones conciliatorias que no dejaron de asombrar a la concurrencia, que esperaba un cambio de tono, pero no tanta calidez.

Los cambios de política hacia Cuba abren una nueva era en el hemisferio”, dijo Obama en su discurso ajustado a los tiempos establecidos. “Me comprometí a construir una nueva era de cooperación con base en intereses de respeto mutuo. He cumplido con ese compromiso; nos reunimos aquí en un momento histórico”.
Por su parte, Castro arrancó diciendo en su discurso, que duró 47 minutos: “Ya era hora de que yo hablara aquí a nombre de Cuba”, en referencia a que se rompía el aislamiento de la isla, marginado del sistema interamericano desde hace décadas.
Después de hacer un largo relato sobre la historia de las agresiones de EE. UU. a Cuba y en general a Latinoamérica, Castro se excusó con Obama.

Ambos mandatarios ya se habían dado la mano durante el funeral de Nelson Mandela en diciembre de 2014. Foto: AFP
Las disculpas de Raúl Castro
“La pasión me sale por los poros cuando de la revolución se trata. Pero le pido disculpas al presidente Obama, porque él no tiene nada que ver con todo esto”. Y luego precisó que este diálogo marca el fin de las “agresiones históricas”. “Diez presidentes (de EE. UU.) tienen deudas con nosotros, pero no el presidente Obama (...) Él es un hombre honesto y lo admiro”, dijo.
Mientras Obama habló de la posibilidad de pasar la página y de no estar atado ni a la historia ni a las ideologías, Castro recordó lo importante que sería para la reconciliación la exclusión de la isla de la lista de Estado patrocinadores del terrorismo, y el levantamiento del bloqueo que tanto ha lastrado la economía cubana.
Obama reiteró: “Ahora estamos en condiciones de avanzar en el camino hacia el futuro (...) Con el tiempo es posible que podamos pasar página y desarrollar una nueva relación entre nuestros dos países”.
En la reunión frente a frente y en las declaraciones posteriores ante la prensa, Castro habló de la necesidad imperiosa de dirigirse hacia un diálogo respetuoso con Washington: “Estamos dispuestos a dialogar de todo (...) Puede ser que nos convenzan de unas cosas y de otras no; no hay que hacerse ilusiones”, sostuvo Castro. El mandatario cubano reconoció que existen “muchas diferencias” entre ambos gobiernos. (Lea: EE. UU. 'no será prisionero del pasado': discurso de Obama en Cumbre)
Obama, por su parte, no dejó de mencionar los temas que más separan a los dos países. Dijo que su país seguirá haciendo presión en el tema del respeto a los derechos humanos en la isla y adelantó que, en las conversaciones, los esfuerzos estarán dirigidos a reabrir las embajadas en ambos países.

Los presidentes, Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro hablaron de manera informal en la Cumbre de las Américas. Foto: Presidencia de la República.
El otro tema clave de la cumbre fue Venezuela. Algunos de los mandatarios suramericanos de izquierda usaron sus minutos ante la plenaria para expresar reparos a las políticas que Estados Unidos aplica en la región, y en particular la declaratoria de que este país es una “amenaza a la seguridad” estadounidense, la cual sirvió para sancionar a siete funcionarios por violaciones a los derechos humanos.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, calificó de “error de origen” el decreto firmado por Obama con sanciones a varios funcionarios del Gobierno bolivariano, pero lanzó un mensaje para solucionar las divergencias.
“Le tiendo la mano”, le dijo Maduro a Obama, pero advirtió que Washington “ha cometido una agresión” contra Caracas con ese decreto que calificó de irracional y desproporcionado”. Y añadió: “No somos antiestadounidenses, somos antiimperialistas”. (Vea:Apretones de manos memorables en la historia)
El jefe de la Casa Blanca, no obstante, ya se había ausentado del salón de la plenaria antes de que Maduro comenzara su intervención para iniciar su encuentro con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

Durante la reunión, Raúl Castro Solicitó el levantamiento del bloqueo comercial iniciado en 1962. Foto: AFP
Prensa ‘mala’
Otro hecho particular lo protagonizó el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, quien rechazó lo que llamó el intervencionismo de EE. UU. en Latinoamérica y enfatizó que Washington no puede excusarse en la defensa de los derechos humanos para entrometerse en los asuntos internos de los países de la región.
Cuando las élites latinoamericanas afirman que no existe libertad de prensa, es porque sus medios de comunicación ya no tienen impunidad para manipular la verdad o porque nos atrevemos a contestarles”, dijo Correa.
Obama usó unos minutos de su intervención para responder a estas críticas. “Quizás el presidente Correa tenga más criterio que yo en la distinción entre la prensa buena y la mala”, anotó el estadounidense, quien, en lo que también fue un mensaje tácito a Caracas, reiteró: “Pensamos que el ideal de no encarcelar a la gente si está en desacuerdo con nosotros es lo más justo”.
Al final, como sucedió en Cartagena, de la cumbre no salió una declaración oficial por el interés de Venezuela de introducir una mención de rechazo a las sanciones impuestas por Washington a sus siete funcionarios.