El juego de formar palabras ha llevado a personas de todos los países a participar en campeonatos mundiales que premian a los mejores jugadores en diferentes idiomas y modalidades.
Por ejemplo, scrabble, uno de los juegos de palabras más reconocidos, generalmente se juega en un ambiente familiar. Pero su auge lo ha llevado a ser una competencia mundial en la que los aficionados al juego sacan a relucir sus mejores jugadas, o mejor dicho, sus mejores palabras.
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En Colombia existe la Asociación Scrabble Colombia conformada por cerca de 30 personas de diferentes ciudades del país, que cada martes se reúnen a practicar y a prepararse para el Torneo Mundial de Scrabble en Español.
Este año, su versión número 19 será del 18 al 24 de octubre en Cali, sede escogida por la Fise (Federación Internacional de Scrabble en Español).
Este año, su versión número 19 será del 18 al 24 de octubre en Cali, sede escogida por la Fise (Federación Internacional de Scrabble en Español).
Costanza Chacón, presidenta de la Asociación y jugadora, tuvo desde muy pequeña la influencia de los juegos de palabras y fue así que creó este gusto por el scrabble. “En mi familia jugábamos Boogle muy seguido y ese aprendizaje me llevó a buscar y conocer movimientos de ‘scrablistas’ en todo el mundo como el sitio web ReDeLetras.com”, afirma.
El scrabble fue creado en 1938 por el arquitecto Alfred Mosher Butts, quien se aburrió de las pocas opciones de jugadas que le ofrecía el ajedrez. Luego de 77 años de su creación, ahora se juega en 29 idiomas diferentes, incluso en braille.
Como todo juego, tiene sus reglas. El scrabble se rige por las palabras que están aprobadas por la Real Academia Española. Durante las partidas, pueden salir palabras tan sencillas o comunes como las usadas en este artículo, y algunas un poco más desconocidas y de poco uso, como ñampearse (volverse loco) u ox (palabra usada para espantar a las aves domésticas).
El juego también cuenta con dos modalidades. La clásica, en la que juegan dos personas, y la duplicada, que se juega con un computador. “Nuestra preparación para las partidas de scrabble consiste en hacer listas de palabras de todos los verbos y aprendérnoslas. También jugando aquí, en internet y estudiando el diccionario”, dice María Alejandra García Villamizar, subcampeona de scrabble en Colombia.
A través de los años, las competencias de scrabble han ido aumentando su nivel de dificultad y cada vez salen más opciones para ayudar a los jugadores, no solo con las palabras, sino también con la estrategia. “Durante mi temporada como jugador, el libro 'Trucos, astucias y estrategias para triunfar en el scrabble', de Patxi Navarro, me ha ayudado mucho en las competencias, asegura Julio Mejía, campeón de scrabble en Colombia.
Algunos ‘scrablistas’ con mucha experiencia en el juego tienen la capacidad de crear las palabras solo mirando las fichas que tienen en su atril y cuando el final de la partida se acerca pueden deducir qué letras tiene su contrincante. Incluso, hay casos como el del francés Serge Emig, que ha sido cuatro veces campeón europeo de scrabble en español, sin hablar el idioma, pero estudiando rigurosamente las palabras del diccionario.
“Creo que lo que nos motiva y nos gusta del scrabble es el alto nivel de competencia. Hay gente muy competitiva y esa competencia fuerte te genera mucha adrenalina. Es una competencia con uno mismo para ver en qué mejoras y una competencia con el otro por los puntos que puedas hacer. Es sentarse una hora a pensar, a ver dónde ubico las letras para que me sumen más y crear estrategias para obtener un gran puntaje”, dice Hilda Galindo, otra de las jugadoras de scrabble en el país.